martes, marzo 21, 2006

Hirsi Ali insta a las musulmanas a rebelarse...

• La diputada holandesa de origen somalí carga contra la "opresión" del islam
• Aconseja a las mujeres que quieran huir de su familia que acaben los estudios

Olga Pereda (Madrid)

La diputada holandesa de origen somalí Ayaan Hirsi Ali reclamó ayer en Madrid una revolución para que las mujeres musulmanas que viven en Occidente no sigan sometidas a la "esclavitud doméstica" que domina sus vidas. Hirsi Ali, que presentó su libro Yo acuso (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), realizó un durísimo discurso en el que instó a las mujeres a levantar su voz contra "la opresión" del islam. Ella lo hizo hace años, cuando abandonó la religión en la que fue educada después de huir de un matrimonio concertado.
La diputada, que está amenazada de muerte por los asesinos del cineasta Theo van Gogh, reconoció que hay tres tipos de musulmanas que viven en Occidente. El primero es el de las que están "liberadas, emancipadas e integradas en las sociedad". "Ellas dicen que el islam no es su problema", destacó. El segundo está formado por las que "sobreviven" haciendo "malabarismos" para compaginar su vida civil y religiosa. "Ellas sí me consideran una traidora", dijo.

SIN VOZ

El tercer grupo, el más numeroso y al que más daño hace la religión, es el de las mujeres que están a merced de las órdenes de sus padres o maridos. "Carecen de formación y tienen lavado el cerebro. No tienen voz. Nadie sabe qué opinan".
A pesar de trazar un panorama desolador, Hirsi admitió que cada vez hay más voces femeninas que critican al islam por ser un instrumento de sometimiento.
En Yo acuso, Hirsi Ali ofrece diez consejos a las musulmanas que quieren huir de sus familias opresoras. Uno de ellos es que terminen sus estudios y otro, que tengan amigos "dispuestos a todo". Una vez abandonado el hogar, es imprescindible escribir una carta a los padres. "Diles que les quieres, pero que quieres vivir tu vida de otra forma. Diles que respetas su vida, pero que quieres emprender tu propio camino", afirma en el libro.
A pesar de su gravedad, la moral sexual es sólo uno de los problemas que, según la diputada del partido liberal, genera la religión islámica. Los otros dos son "el dogma", que no está abierto a ningún cambio, y la infalibilidad del profeta Mahoma. "El islam necesita urgentemente una autocrítica, una revisión ilustrada, un Voltaire", concluyó.


Noticia publicada en la página 37 de la edición de 14/3/2006 de El Periódico.